Y si te digo adiós, es que ando
al compás de la muerte.
Rosamel del Valle
al compás de la muerte.
Rosamel del Valle
Cuando leemos los poemas de Faver Páez quedamos indefensos en lo laberíntico de su lenguaje; sin respiro, caemos transfigurados frente a la imagen creadora y sorpresiva de sus versos. La intensidad de sus palabras es, increíblemente, brutal.
Faver Páez (San Carlos, Cojedes, 1943). Poeta e investigador de las Ciencias Sociales, Licenciado en Historia egresado de la Universidad Central de Venezuela, con Maestría en Historia de Europa, por la Universidad de Londres. Sus poemas se encuentran publicados en periódicos y revistas nacionales e internacionales. Para no morir del todo, Editorial Predios, 1999, publica la compilación de sus textos poéticos. Profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo. Actualmente, es director de Urtext, publicación cultural independiente, que desde ya se perfila como todo un éxito literario, una exaltación de la palabra y de la poesía.
Poema Cotidiano
Te agradezco que quieras resguardarme
de los días húmedos y de los vientos fríos
que dañan para siempre
mi pobrísima salud.
Te agradezco que apagues
el televisor
cuando me quedo dormido
con el periódico al costado.
Te agradezco
el beso que le das a mi camisa
antes de lanzarla a la furia
de la lavadora.
Te agradezco
que ignoraras al muchacho
de la esquina
aunque sé que su cuerpo
apetece más que el mío.
Te agradezco esa risa
esos gestos pícaros
y esos contoneos
que me hacen temblar de felicidad.
Te agradezco que me dispensaras
aquella borrachera enorme
cuando enloquecí por las caderas
de tu prima.
Te agradezco los ojos y la boca
con que me miras y me dices
buenos días mi poeta.
Te agradezco tu mano en el remolino
del mercado
y tu complicidad para robarme
un libro.
Te agradezco
tu sabiduría bruja.
El olor a pino de tus axilas
extendidas.
El silencio cada vez que un recuerdo
me aparta de tu lado.
Te quedo agradecido
por comprender mi pasión
por las estatuas.
Por resignarte a soportar el vuelo
del pájaro negro
que anidó en mis sienes.
***
Quién va a saber
que tú y yo somos mentira
el amor en octava dimensión.
Nadie se ama así
como nosotros
a full bandera
a borrachera tibia
a sol de estío
y encapotado invierno.
Quién va a saber que somos
la más hermosa fábula.
Sugerencias para un burócrata sensible
Escribe un poema con la mano izquierda
Camina de costado para que el corazón
no le meta de frente al sufrimiento
Cuélgate por los pies
de tu deseo más alto
Pasea cabizbajo diez minutos al día
para alejar los malos pensamientos
No confundas la eternidad con los papeles
y procura dormir del lado del milagro
Siéntate a leer bajo la lluvia
en el parque más próximo
Usa el reloj en el tobillo
para que la muerte
te conceda una noche adicional
Contempla cómo celebra el pájaro
la maravilla de sus alas
y no olvides
por favor no olvides
que una mujer te espera.
Faver Páez (San Carlos, Cojedes, 1943). Poeta e investigador de las Ciencias Sociales, Licenciado en Historia egresado de la Universidad Central de Venezuela, con Maestría en Historia de Europa, por la Universidad de Londres. Sus poemas se encuentran publicados en periódicos y revistas nacionales e internacionales. Para no morir del todo, Editorial Predios, 1999, publica la compilación de sus textos poéticos. Profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo. Actualmente, es director de Urtext, publicación cultural independiente, que desde ya se perfila como todo un éxito literario, una exaltación de la palabra y de la poesía.
Poema Cotidiano
Te agradezco que quieras resguardarme
de los días húmedos y de los vientos fríos
que dañan para siempre
mi pobrísima salud.
Te agradezco que apagues
el televisor
cuando me quedo dormido
con el periódico al costado.
Te agradezco
el beso que le das a mi camisa
antes de lanzarla a la furia
de la lavadora.
Te agradezco
que ignoraras al muchacho
de la esquina
aunque sé que su cuerpo
apetece más que el mío.
Te agradezco esa risa
esos gestos pícaros
y esos contoneos
que me hacen temblar de felicidad.
Te agradezco que me dispensaras
aquella borrachera enorme
cuando enloquecí por las caderas
de tu prima.
Te agradezco los ojos y la boca
con que me miras y me dices
buenos días mi poeta.
Te agradezco tu mano en el remolino
del mercado
y tu complicidad para robarme
un libro.
Te agradezco
tu sabiduría bruja.
El olor a pino de tus axilas
extendidas.
El silencio cada vez que un recuerdo
me aparta de tu lado.
Te quedo agradecido
por comprender mi pasión
por las estatuas.
Por resignarte a soportar el vuelo
del pájaro negro
que anidó en mis sienes.
***
Quién va a saber
que tú y yo somos mentira
el amor en octava dimensión.
Nadie se ama así
como nosotros
a full bandera
a borrachera tibia
a sol de estío
y encapotado invierno.
Quién va a saber que somos
la más hermosa fábula.
Sugerencias para un burócrata sensible
Escribe un poema con la mano izquierda
Camina de costado para que el corazón
no le meta de frente al sufrimiento
Cuélgate por los pies
de tu deseo más alto
Pasea cabizbajo diez minutos al día
para alejar los malos pensamientos
No confundas la eternidad con los papeles
y procura dormir del lado del milagro
Siéntate a leer bajo la lluvia
en el parque más próximo
Usa el reloj en el tobillo
para que la muerte
te conceda una noche adicional
Contempla cómo celebra el pájaro
la maravilla de sus alas
y no olvides
por favor no olvides
que una mujer te espera.
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