Ir al contenido principal

¿Por qué escribo?





Con algo debo pagar la tradición sensual
ser gitana en la carne
en el alma
M.H.M
Mucha gente me pregunta, en cada conversación, en cada esquina, el porqué escribo, y aparte de ser una necesidad vital, una manera de volar y transfigurarme, digo que hay un misterio que rompe los sentidos, en mis noches se acerca, me envuelve los poros, me toma por sorpresa, un orgasmo musical se enfrenta a mis ojos que brillan, mis manos se mueven, es otra, la morocha quien escribe, le brotan las palabras, se arrancan a la noche, la doble, y me habla, me dice, me cuenta de otros tiempos, lejanos, mis sueños me gritan, es ella, que viene, despacio, adentro, flota, emerge, espíritu guerrero, antiguo, es mi abuelo, es Fermín, es Cuba, es Canarias.
Sangre bendita, la palabra, los versos, es por eso, es por eso, el oscuro, el fuego que me baña, otra vez, la luz, la primavera, la lluvia, es licor, furia que arremete entre mis manos, que lloran, que ríen, que buscan y saltan, la montaña está cerca, río embrujado, su néctar, su esencia me roza, penetra en mi pecho, se mueve una pena, encima me quema su rayo de luna, me marca, me define, es mía, es mía su armadura de misterio, carga de boleros detenidos por el alma, su silencio pertenece algún lugar del corazón, y su destino, mi palabra, que deshoja todo el viento, que atormenta, que gira, es arena movediza, se cobija entre las nubes, remontando hasta mi casa, se mete en mis cabellos, que luchan con la vida, en las calles, mi ciudad es un espejo que mira por dentro.
El mundo es grande y vuelo, me hago brisa, es el momento claro en mis ojos, que la anuncian, la esperan, en recuerdos, me acostumbra a la duda y me rompo, en celos, rabia, llanto y aparece de nuevo, me lleva, los árboles secretos de mi angustia, la presienten, es ella, que suena a piedra memorial, delirio de los bares, nocturna, noctámbula, es ella, es la metáfora, es la metáfora, estoy presa, poseída, la locura de tenerla cerca me acompaña, para siempre, es por eso, es por eso, por su fuego que me baña.

Comentarios

Entradas populares de este blog

José Antonio Ramos Sucre, el hombre hecho metáfora

De extremo a extremo torna y se desborda. Pálmenes Yarza Dentro del universo literario de José Antonio Ramos Sucre , el poeta vive la vida y la muerte paralelamente; sus extremos se condensan en un largo viaje de dolor e integra sus espacios a través de la angustia y de un nuevo mundo creado para sobrevivir en el lenguaje, en la palabra. En la dualidad del topo y el lince el tormento lo arropa y lo persigue para siempre. José Antonio Ramos Sucre (Cumaná 1890-Suiza 1930) autor de La Torre de Timón , Las formas del fuego y El cielo de esmalte , fue un visionario dentro de la literatura de su tiempo; su forma, poesía estrictamente en prosa, ha sido hasta catalogada, por críticos españoles, como cuentos poéticos; su fondo, divaga en las corrientes del río espectral de su imaginación y de sus sueños. En El Herbolario , divaga entre su infancia y su madurez –una vida que no logra concretar- y lo simboliza a través del topo y el lince. Una experiencia de vida –quizás personal, quizás colect

Poesía Wayuu de José Ángel Fernández Silva Wuliana

Shii’irainkaa wainpirai türa Ja’yasü aapünüin weinshi matsapa ka’ikaa. Ese canto de paraulatas siempre sale por el atardecer. José Ángel Fernández Silva Wuliana es una de las voces más representativas de la literatura wayuu. Nació el 23 de enero de 1961 en La Laguna del Pájaro, Distrito Páez del estado Zulia, siendo su lengua materna el wayuunáiki. Su poemario: Jayeechiirua jee Ojutuuirua Sümüinjatü tü Eiikaa Mma (Cantos y Pagamentos a la Madre Tierra), obtuvo el Segundo Lugar del Concurso Kuai Nabaida (el mar de arriba) de la Fundación Editorial el perro y la rana 2007. Actualmente labora en la Dirección de Literatura como Investigador en Lingüística adscrito a la Secretaría de Cultura de la Gobernación del Zulia. Es sociólogo y antropólogo, miembro de la Asociación de escritores del Zulia y miembro del Consejo Nacional de Educación, Culturas e Idiomas Indígenas, en representación de la nación wayuu ante la Dirección de Educación Indígena del MPPE. Ha publicado en bilingüe Nünüiki ka

Poema "La Cita" de Andrés Eloy Blanco

Pintura. Oleo sobre lienzo. Heading Home Chris MCMORROW Tus encuentros son postales de antología. Emad Aboaasi De una fina sensibilidad expresiva y un dominio absoluto de los elementos lingüísticos es este poema La Cita de Andrés Eloy Blanco (1897-1955). Poeta cumanés de gran trayectoria lírica, expresada desde su poesía de juventud hasta el último de sus libros: Giraluna , publicado unos meses antes de su muerte, como el fruto de una luminosa claridad que había alcanzado su noble intelecto, dedicado a su dulce esposa Liliana Iturbe de Blanco. Como diría Luis Beltrán Prieto Figueroa: “Es un libro hermoso, sin hipérbole, donde la palabra tiene dimensiones que sólo puede medir el sentimiento”. De irregular métrica tanto en la estrofa como en el verso, su ritmo interior se deja sentir por los confines del alma; una armonía intencional que dispone de efectos paradójicos en una sucesión extraordinaria de la espera y el encuentro. Este poema transita constantemente en mi memoria, alguna ve